Ése que se sienta a tu lado
Que mira el mundo, tranquilo,
Que a veces se tapa con las manos los oídos
Que se encoge de hombros en la cama
Que sonríe, o no,
Mientras observa a su alrededor
Que siempre va caminando contigo
Indisolublemente junto pero separado
Que apaga las velas una vez más
Por cada año que dejaste de cumplir
Tu muerte
Pequeña figura que se adentra en la media infancia
Que sigue creciendo lo que dejaste a medio hacer
Tu pequeña muerte
A la vera de tus perennes veintidós
Un soplo de aire vivo
Por cada día y recuerdo extinto
Tu anónima muerte
Tan tabú como poco reconocida
Inocente como la vida misma
Incluso cuando deja de estar aquí